Colocar la premezcla en un boul y agregar la sal y 50 g de manteca blanda. Hacer un enarenado deshaciendo la manteca con los dedos.

Armar el chunio: Si tenés microondas, disolver la fécula de mandioca en el agua y llevar al microondas 60 segundos. Si no tenés microondas, disolver la fécula de mandioca en el agua y calentar revolviendo hasta lograr un chicle transparente.

Incorporar el chunio en el arenado hasta uniformar la preparación y luego ir incorporando agua de a poco hasta lograr una masa suave bien uniforme.

Ahora vamos a armar el hojaldre. Para eso vamos a necesitar que la manteca esté bien blanda. Vamos a dejar la manteca en un recipiente junto con un pincel.

Estirar la masa (ayudándote con premezcla para que no se pegue) en forma de rectángulo vertical hasta aproximadamente ½ cm de espesor. Podés ayudarte con las manos para darle forma recta a este rectángulo, así también evitas que los bordes de la masa se abran. Limpiar la superficie sacudiendo con un trapito para que no quede premezcla. Luego pincelar con manteca. Ahora espolvorear con premezcla sobre la manteca utilizando un colador para que no quede una cantidad excesiva de premezcla. Doblar la masa a la mitad y girar 90 °. Volver a estirar formando otra vez un rectángulo vertical y repetir el proceso hasta que no te quede manteca. Deberían ser unas 3 veces más. La última vez que dobles la masa, estirar solo un poquito, solo aplastando un poco. Luego colocar en una placa y envolver en film o en una bolsa limpia. Llevar a la heladera por 1 hora.

Retirar y cortar en 2. Primero vamos a estirar una mitad y luego la otra. Estirar bien la masa ayudándote con premezcla para que no se pegue. Cortar cuadraditos. (Para despegarlos de la mesada, ayúdate introduciendo despacio un cuchillo debajo de la masa para que no se rompan). Colocar un trocito de dulce en el medio del cuadradito, humedecer alrededor del dulce y colocar otro cuadradito encima de manera que los vértices de los cuadraditos no coincidan. Levantar los vértices presionando contra el dulce para armar los pastelitos.

Freír en aceite caliente.

Podés pincelarlos con miel o almíbar.

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